Se piensa, realmente, sólo de lo negado:
Escribe nuestro Agustín, el gran García Calvo: "Juraría que he sido feliz una vez en la tierra (...) Yo, de cierto, no sé si fui Yo"; en esa tierra, claro, donde todo tiempo y ser, toda longitud, permanencia y pertenencia, sigue siendo nada frente a la inmensidad del no estar.
De ahí, para ser algo, lo de Wittgenstein en su Diario filosófico (1914-1916): "la muerte no forma parte de la vida".
No hay comentarios:
Publicar un comentario