sábado, 23 de marzo de 2019

L'ou de la serp (41)

 
El nacionalismo es amar a la nación, lo que significa amar los dispositivos de violencia, amar un cuerpo político con una larga historia de violencia.

He desfallecido, claudicado, desesperado; pero el juicio del procés debería demostrar que se ha pasado del amor a los hechos consumados. Como ya dije, e hice, una vez, el amor de los nacionalistas es comparable al de los pedófilos, la esencia y el ser de su pasión resultan molestos, incómodos y repugnantes, aunque legítimos y respetables. Sólo sus prácticas efectivas, y afectivas, son delictivas. El amor a los niños se soporta como el amor a la nación, con resignación y paciencia. Sólo al pederasta se le da un trato criminal como al racista en su bautismo de sangre o fuego, pero no al pedófilo ni al nacionalista.  

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