martes, 25 de septiembre de 2018

Socialdemocracia Gitana (I)

La socialdemocracia, fuera de su cínico orden discursivo y simbólico que conduce con demasiada frecuencia a hipertrofiar la verdad y la libertad, tiene una estructura material de innegable bondad y utilidad para el hombre. Probablemente ha traído a la comunidad política, en general, la mayor asistencia social, bienestar mental y sensibilidad ética, de la historia; aunque hoy nos parezca todavía insuficiente e imperfecta. Su proyección ideológica es algo mucho más confuso, vago y difuso, más peligroso también, que su rotunda facticidad: concreta, específica, técnica, resolutiva, poderosa. Aquí traigo la matización perfecta, la desublimación, de los excesos retóricos y morales de la socialdemocracia occidental: la socialdemocracia gitana. Humilde, honesta, realista, consciente de la debilidad de muchos hombres. Íntimamente enfrentada a los extravíos del wishful thinking de las otras; lo que la confronta con los dogmas irrebatibles y pueriles del feminismo abolicionista. El Junco y sus Celos, ante la mujer, mejorando:

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