viernes, 15 de noviembre de 2013

Respuesta a un secesionista no nacionalista



Espero que no se tilde mi artículo de "Raholismo" o cualquier exageración o ridiculización de mis argumentos e ideas expresadas ya, aquí, desde largo tiempo. En respuesta a unos argumentos que un antiguo y viejo compañero de infancia, estudios, e incluso hasta vecino, ha esgrimido sobre mi comentario en una red social, respecto al insigne mesías de los nacionalista y ERC (O.Junqueras). Me dispongo a rebatir sus ideas centrales con las que me muestro radicalmente en contra. Trataré de ser analítico, preciso y conciso en el desmantelamiento de tales ideas peregrinas, que si bien demuestran un gran interés y conocimiento sobre la política por parte de quien las exponía, y así me consta, no dejan de ser ideas imprecisas de un mal-entendimiento de la política y un fallido, por no decir, extravíado y pervertido análisis de la realidad actual, a mi entender.

Para empezar, a partir de la experiencia personal de un servidor, en cafeterías, bares, clases deshabitadas de la UB, y distintos foros y espacios en los que tengo contacto con activistas, militantes, individuos civiles a secas, entendidos, eruditos sobre el tema y demás tipología social. Me he dado cuenta de que los politólogos, o estudiantes de ciencias políticas, tienden a reducir la política a democracia, en el mejor de los casos, o a lucha de relaciones de poder y clase, en el peor. Tienden a valorar la corrección o incorrección, validez o invalidez, de una actuación, discurso o idea política, según si es democrática o no, es decir, según el marco y perspectiva valorativa democrática. No solo regulan la vida práctica y la "realpolitik" sino que pretender tiranizar la misma teoría política, la vida teorética a partir de principios dogmáticos y reductores, como si fuera una subasta de muebles viejos y una lonja de pescado fresco, me parece un ataque a la objetividad, a la verdad, a la exigencia arguemntativa, al discurso y a todos aquellos pensadores que haciendo y valorando teorías y sistemas políticos en extensas obras, jamás nombran a la democracia, ni la usan de conejo de chistera. El horizonte es la simplificación política y la reducción de espacio público de aparición a un sistema de aprobación mayoritaria.

Las ideas que exponía y se contraponían a las mías eran:

 a) Él sostiene que con la actual España de derecha reaccionaria imperante, prefiere un auto-gobierno, no independiente pero que se organice 100% por sí mismo en tanto que comunidad, a lo que yo respondo: como si no hubiera derecha reaccionaria en Cataluña, y es precisamente la hegemónica en medios de comunicación y espacio público institucional (dominada por  el grupo Godó, "conde" de Godó, ¿la derecha catalana le parece menos reaccionaria o rancia que la española?) que domina por completo el proceso secesionista. Incluso ERC apoya en medidas económicas a CIU y esta dispuesta a vestirse de corderino, siendo un lobo de la estepa. Por cierto, si defiende la secesión por la presencia de una derecha reaccionaria y rancia como él dice, y en lo que estoy plenamente de acurdo. Qué le hace pensar que teniendo un estado propio eso no lo va a tener, de igual manera, la política no es solo un gobierno, sino un estado o marco político, si no te gusta el contenido (gobierno) cámbialo o haz lo posible para cambiarlo, no veo porque hay que cambiar el marco, la forma (estado o sistema político en unidad nacional)

b) Me recrimina que puedo  no estar de acurdo con el proceso nacionalista, pero que es legítimo y es respaldado por la población, yo respondo lo ya dicho anteriormente, y le acuso de ser corto de miras, ya que eso lo dice en contraposición a mi escrito sobre Junqueras, como si no hiciera falta escribir en contra. A parte, no contempla que no hay un "dato" o un "hecho" objetivo que respalde tal atrevida aseveración, ya que la mayoría dudo que la conozca por completo, a no ser que sea por ciencia infusa. A parte de que es, una obviedad, el que puedo o no estar de acurdo, más faltaría y claro esta. Esto responde al pensamiento Alicia también imperante por las facultades de políticas o en la misma ideología secesionista bien-pensante, ingenua, incrédula y que ha perdido todo horizonte y perspectiva de "lo político"

c) Su reivindicación de las CUP como un partido "anti-status quo" y que postula una igualdad y justicia social, me parece un mensaje clerical, agustiniano, una ingenuidad y candidez alejada de todo proceso de madurez ilustrada, propias de toda nación sería creciente, cosa que pretende ser Catalunña. Recordemos que las CUP reivindican la independencia y la constitución de lo que llaman "els països catalans" ¡no creo que haga falta decir nada más! A mi juicio es un disparate y una arbitrariedad, una memez digna de aquellos que viven del eterno espíritu revolucionario, la archi-fosilizada izquierda orgánica y vertical y la más paladina invención de lo social. Piensan que crear y derogar fronteras pertenece aún al dominio de sus juegos de infancia, las ilusiones, esperanzas y sueños de aquellos que representan el pensamiento Alicia, es mejor que no sean interpretados y atendidos más que precisamente ahí, en un salón de juegos infantiles, no en un parlamento. El presentarse a si mismo, como un secesionista pragmático, un defensor del autogobierno de las comunidades, no es más que el jugar con palabras enmascaradas, falsas ambigüedades y ficticias nociones de la administración. No será un nacionalista o romántico herderiano, defensor de la "raza" o el espíritu heideggeriano y destino del pueblo, pero sí que sostiene una postura alejada de la política, que como ya he mencionado en anteriores artículos, es el espacio "entre nosotros", el hecho de la pluralidad de los hombres y no los colectivos, ya que esta es individual y no plural. Su mal-entendido viene precisamente de concebir a Cataluña como una unión totaliza-dora y unida, cosa que no es así.  No defenderá la unión por identidad, pero sí la unión en autogobierno e intereses comunes, pero es precisamente eso lo que también es falso y una perversión de la realidad.

d) Por último, rememora la frase expuesta al fin del  manifiesto comunista: "obreros del mundo uniros" me parece un claro ejemplo, de la falta de visión y análisis actualizado de nuestro presente, de nuestra actualidad, y del cambio y transformación del mismo contenido, al que la forma debe adaptarse como decía Stalin en "socialismo o anarquismo": las condiciones materiales y las fuerzas productivas, esto es la infraestructura, son las que determinan la cultura, las religiones, ideologías y conciencia, esto es la estructura de la sociedad. Argumentos peregrinos y paladines como estos, no pueden ser tomados seriamente viniendo de un teórico político o politólogo como es mi compañero, es necesario que abandone sus palacios de invierno, su posición de intelectual orgánico o popular y piense como el reducto universitario al que pertenece le permite, esto es, desde la libertad constitutiva absoluta de lo que se presupone una universidad, académica, potente, reflexiva, intelectual y des-ideologizada. Desde la reflexión crítica, y no las soluciones enlatadas como los golpes de legitimidad democrática, que piense la raíz y desde un esquema sistémico de hondura política, pensamientos originales e independientes, no consignas vulgares y populares, como la justicia e igualdad social, un nuevo orden estatal sin matizar cúal, un "uniros proletarios de todos los países", y falsos intentos de disfrazar un secesionismo romántico como la medida más útil.

Como resumen añado, que no ataco a la persona sólo a sus ideas, su persona merece todo mi respeto y si cave admiración, pero sus ideas, si se dan de tal forma, pueden ser atacadas sin piedad, como es el caso. Añadir, que la visión de la política que sostengo y vengo defendiendo, esta harta-mente expuesta en distintas entradas de este blog, y que por con siguiente no veo necesario volver a repetir y extender mi entrada de hoy hasta la ex-tenuidad.




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