viernes, 12 de enero de 2018

L'ou de la serp (XXVIII) Mi gitana

  • Es cierto que el ganador en una contienda debe mostrar compasión y en cierto modo reincorporación del enemigo en un espacio común de recapitulación y acatamiento en vez de venganza terapéutica, saña y regocijo preventivo de futuros desordenes. Tan dura verdad es esa como la insostenible esencia lacayuna del torticero narcisista arruinado que profesa libre y autocomplacida obediencia sádica hacia los mismos que le dieron fe, un yo, comida y fracaso: de nada sirven ya las muestras de una renovada soberbia y arrogancia política entre los escombros humeantes de un viejo calor y fulgor belicoso, a sabiendas de que sólo en Cataluña héroes y víctimas son la misma cosa, la misma plasta de moniato enverdecida. Resulta difícil imaginar que tras una iluminada noche de tahúres, pitonisas, ilusionistas, excéntricos feriantes y gitanas de ojos verdes, se levantaran en tropel a la mañana siguiente, y con el realismo de la primera luz del día, como seres que todavía  persiguen de inmediato continuar los salvajes impulsos lúdicos y recreativos de la  mágica noche; bien saben estos seres apasionados y apasionantes, que sólo mediante la rutina zozobrante y aplastante del día después, la semana gris o los meses de niebla posteriores a la gran fiesta, llegan los minutos de gloria que anteceden a la siguiente noche de felicidad y despreocupación, bien saben, sometidos como están a la razón del suelo y el neumático, que sólo en la posibilidad de interrupción y discontinuidad de la noche eterna tiene sentido su oscuridad y su habitabilidad. Sin embargo, esos catalanes, siguen en esa continuidad de locos entre la noche y el día, sin ventanas.

  • Tengo la sensación que sólo escribo sobre, por y para locos, y ,¡ah!, claro, también sólo para curarnos, Teresa: << ¡Qué me dices!, por supuesto que sí, los nacionalistas y los pedófilos son la misma clase de hombres: hay que respetarles por lo que son, ¡quia!, pero en absoluto por lo que hacen, sus extravagantes y en ocasiones criminales costumbres; tiene razón don Arcadi (...) Es así, Teresa, nos molesta su misma presencia, ese olor a leche regurgitada, pero son las prácticas pedófilas y nacionalistas las que resultan violentas e indecentes, no su existencia, molesta, tediosa... sino su... acontecer, infame y regresivo. Ambos, son víctimas también de si mismos, de su ruina personal y su devastación intelectual; ya sé que piensas como yo Teresa, porque siempre los hemos tratado con la compasión culpable que se tiene hacia los buenos hombres poseídos por el demonio, esa condescendencia hacia el mal inconsciente. Qué suerte verte y hablarte así, así, Teresa, como si no hubiera nadie. >>

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