jueves, 5 de marzo de 2015

¡Aló Pablemos! y el pujolismo



La sobre-presencia en los medios de comunicación, no solo de los representantes corporales (cada vez más automatizados) de Pablemos, sino de sus fantasmas; exceden los límites de la higiene intelectual y la pulcritud política. Lejos de representar "el pensamiento radical" o "pensamiento crítico" que tan a gala llevan algunos de los más arrogantes y acomplejados miembros directivos de la "nueva corporación" (también empresarial), como el irritante e insoportable Luís Alegre (ganó un "premio literario" en Venezuela de 150.000 euros, por su tesis doctoral) o el amanerado y snob de Monedero; sus flemas sofísticas, sólo sirven para lubricar los viejos engranajes de la mentira, no maquiavélica, sino moral e intelectual.  Además de activar y encender el aparato de propaganda, que al mismo tiempo que vende "gritos" y "mayorías" del socorrido e infecto  "pueblo" para fines políticos populistas, consigue producir jugosos y suculentos beneficios; fecundos ingresos impropios de "profesores" parlanchines de universidad. Ciertamente, de momento no puede demostrarse la financiación extranjera del partido, pero es innegable la multitud de nexos y vínculos que les une con el gobierno de Venezuela. No ya ideológicamente, por su política lingüística (populista y demagógica) o sus guiños narcisistas, sino por su transferencia material. Por la proximidad de las fundaciones que recibían dinero de Venezuela, configuradas por aquellos mismos miembros que ahora decoran como copas impolutas el elenco de  Pablemos. Con esto, no pretendo hipertrofiar su figura, y construirlos como bolivarianos enloquecidos al estilo tutsi; pero sí destacar sus gestiones prácticas y teóricas de "asesoría internacional", cobrando honorarios dignos de premio Nobel, pero con resultados que han conducido a Venezuela al puesto numero 15 de naciones con mayor índice de pobreza. Así aparece en un reciente estudio de Bloomberg. Entre otros consejos, también debían estar: la bufonada del "cesarismo", la pétrea represión policial hacia estudiantes y civiles (pobres; no sólo de la supuesta conspiradora-golpista derecha) la detención política e ilegal del líder de la oposición venezolana, Leopoldo López y la del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma (acusado por el propio Maduro, no por ningún tribunal de justicia, de formar parte de una conspiración de la ultra derecha golpista, en un eje: Madrid-Miami-Caracas; en un llamamiento demoníaco a los ínferos: "derechas del mundo, uníos" ) entre otros consejos peregrinos...

Más allá de si se les pagó más de 14 millones de dólares a dichas fundaciones, que servirían de tapadera para una supuesta financiación ilegal; de los 427.000 euros (aprox.) particularmente "donados" a Monedero por Venezuela, para implantar no sé qué modelo bolivariano en España, y pagar así  las campañas, los mitin y demás performance que realizan (son carísimas, UPyD nunca pudo hacerlas a tan gran escala). Lo más interesante, y sobre todo, lo único que podemos criticar con objetividad, es la miseria intelectual y la (in)decencia pujolista con la que se visten. Para demostrar lo primero, me gustaría que el lector degustará sin indigestarse, la siguiente "poesía" que Monedero le dedica a Chávez:

"He amanecido con un Orinoco triste paseándose por mis ojos.
Querer a Chávez nos hace tan humanos, tan fuertes. Chávez en la señora que limpia, Chávez en el señor que vende periódicos a la entrada del metro, Chávez de la empleada de la tienda, Chávez del vendedor de helados, Chávez de la abuela que ahora ve y de la que ahora tiene vivienda, Chávez de la esquina caliente de Caracas y de la lonja de pescadores de Choroní, Chávez de la poesía rescatada, de los negros rescatados, de los indios rescatados, Chávez de lo que hoy es posible en América y que hace veinte años era imposible.
He amanecido con un Orinoco triste paseándose por mis ojos y no se me quita. Fuerza Hugo. Aguanta. Aguanta para ayudarnos a quitarnos este miedo de la soledad de cien años. Aguanta Presidente. Aguanta. "
Queda demostrado que alguien que se las da de intelectual, y es capaz de escribir esa basura de la literatura política, ese vómito ideológico, no representa más que al intelectual orgánico del partido único, al vocero de las "facciones de partido" (Gramsci). Incapaz de dar lecciones éticas o estéticas, ni servir de ejemplo renovador o reformista en nuestras sociedades occidentales. Que si bien, sufren la explotación capitalista, y por lo tanto necesitan "artes de no ser gobernados" e ideologías de resistencia con un proyecto marxista (emancipación material); bien es cierto, que no pueden abandonar un orden de principios e ideas liberales e ilustradas. Pues son necesarias para poder combatir problemas estrictamente políticos (desvinculados de la dominación económica del capitalismo), como: el nacionalismo mesiánico, el conservadurismo católico, la culturización de la política, el progresismo posmoderno (victimismo e infantilismo), el terrorismo o guerra islámica, los nuevos fascismo tecnocráticos, y la política de la comedia (autoritarismo berlusconiano o de Groucho Marx). Dejando de lado la lírica séptica de Monedero (y de Pablemos), no podemos dejar de dedicar en el "Aló Pablemos" (Aló Presidente), un pequeño comentario sobre su "dignidad moral" que debería alertarnos y advertirnos de sus sombras. Me refiero al pujolismo rampante que se gastan los chicos de Pablo. Esa actitud "centrista" como tapadera que oculta una verdadera ideología fuerte de carácter autoritario (cesarismo), ese alarde, con una seriedad forzosamente impostada de ser hombres de "consenso" (como si en democracia se pudiera ser otra cosa; necesariamente todo político es de consenso una vez se establece en la estructura parlamentaria), esa vinculación de una política de contenido moral (legisladores de la virtud que sustituyen la moral por la dignidad pujolista). Ese fundamento mesiánico (trascendente) oculto; ese platonismo lingüístico, transmitido por un lenguaje adámico y originario (verdadero; los demás lenguajes políticos son copias), y ese propósito "tercerista" (siempre hay una tercera opción) (...) son los elementos que les constituyen como pujolistas. Una doctrina que se ha visto regresiva, corrupta, hipócrita y lo que es peor: mítica; susceptible de idolatrías y mitologías que se creen en posesión de una "única verdad". Que al no poderse imponer por la fuerza, jugará con los mecanismos perversos del lenguaje rastrero y servil del populismo tropical. 

La utilización propia de los limpia botas lingüísticos, de un lenguaje servil, sucio, sacrificado, honroso de la humildad intelectual, orgulloso de la miseria de la moralina (...) es el instrumento y la herramienta que les sirve para manufacturar sus artefactos y proyectiles políticos, conceptos tan cínicos a estas alturas como: "pueblo", "nueva política", "círculos ciudadanos", "gente por el cambio", "alarma social", "mayoría social", "los de abajo" etc.  Que atrapan el corazón de todo el mundo en un puño, pero que no sirven ni funcionalmente ni operacionalmente en teoría política. Sólo como técnica para adquirir el "poder" del estado o de un gobierno occidental a cualquier precio. La intención en sí misma de querer gobernar desde una postura de "izquierdas", me parece la mejor opción, pero si eso incluye tener que acoger el pujolismo y el populismo chavista, sería un precio demasiado elevado que no sé si estaríamos dispuestos a pagar, o si lo podríamos pagar aunque quisiéramos. A mi juicio, según una perspectiva físico-política, Pablemos sigue representando la mejor forma de resistencia, de alteración y subversión (no cualitativa, pero sí de la relación de fuerzas cuantitativa) del orden establecido. Aunque sea necesario e ineludible pulir su lenguaje como exigencia ética, ser escépticos y distantes ante su política comunicativa, mantenerse alerta y no idolatrar o aceptar el !Aló Pablo¡ bajo cualquier precio. Para todo ello, es necesario pretender establecer siempre, un cálculo de fuerzas que permita que los "cesarismos" o pujolismos no se sucedan efectivamente en el gobierno. Reivindicando a otros jóvenes o nuevos (quizás no tan nuevos) partidos políticos, que entran y juegan con fuerza e influencia en el escenario o teatro político; véase C'S y UPyD. Así pues, la miseria moral y la ignorancia intelectual de Pablemos no me parecen un espíritu renovador de ninguna "vieja política".












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