martes, 17 de febrero de 2015

La reina de corazones del PSOE



La recién reina  de corazones del "nuevo PSOE", la reinona Pedro Sánchez, hija bastarda de la reina madre "Rubalcabra", se ha tomado muy en serio las consignas (sólo algunas, la de las imputaciones se la trae al pairo; véase Chavez y Griñán aún calentando el escaño) con las que consiguió la secretaria general de su partido, PSOE. Pues decapita a  todos aquellos que incumplen sus nuevos códigos organizativos "o estas con la reinona o contra ella". Díganselo si no a Zapatero, que por adulterio, la Sánchez ya no le dirige el saludo (se negó, con recursos poco sutiles, a darle la mano a ZP) . A nuevo partido, le corresponden nuevas siglas, éstas podrían reducirse a "PE" (partido español) o simplemente a "E" (español), pues ni es socialista ni es obrero (como decía la canción) y algunos ya se preguntan si siquiera es un partido. Ya que todas aquellas estrategias, técnicas, dispositivos y planes que tan bien describió el maquiavélico Gramsci, que debían ejercer, y de hecho ejercen los partidos, se han convertido en imperdonables errores y desajustes de no sé que organización benéfica y local que reivindican los nuevos socialistos (como dicen las malas lenguas). Han retrocedido en sus propósitos y han señalado el horizonte no a lo lejos, en sendas casi inexpugnables (como otros), sino bajo sus narices, a ras de suelo, se han convertido a la ideología de "sor coliflor", una mezcla entre el localismo cerril y tosco de Ada Colau y la sucia pulcritud moralista de las  polvorientas monjas de clausura. 

Los "nuevos socialistos" han asumido con normalidad los cambios "radicales" (superficiales) de su imagen y organización, de la propia cúpula;  parafraseando a A.Guerra, y en este caso no hablando de España sino del "PSOE": "no lo va a conocer ni la madre que lo pario"; y efectivamente así es. Desde el abandono del marxismo primero (González) y la era zapaterista (pensamiento Alicia) después, el socialismo y el obrerismo dieron paso a una socialdemocracia más que marcada y hermandada con la derecha, pues no sólo hacia "manitas" a escondidas con los conservadores (PP) sino que le hacía la cama al nacionalismo más regresivo y reaccionario (cualquier nacionalismo periférico). De aquello surgió la transición de la reina madre "Rubalcabra", que tras una lenta degeneración general del sistema orgánico del partido, la fuga de electores, el travestismo del PSC, y la irrupción de viejas nuevas formas de "la política radical" (los muchachos de Pablemos); han visto necesaria la generación de un héroe apolíneo de corte y tallo americano. Es decir, la joven reina de corazones: Pedro Sánchez. Ese muchacho sonrison de alegre busto, con aires de niño que sabe embutirse los zapatos y atarse el nudo de la corbata al cuello. Un producto de propaganda política, un Ken de los barrios medios que sirva de ensoñación erótica para las viejas glorias (señoronas) del electorado femenino de los "sociatas" (ahora hay que hablar así). Que poco o nada podía conseguir con la buena cara de madurito atractivo, asumiendo así los nuevos tiempos de guillotina, la nueva condición de verdugo orgánico del partido, y decapitando en primer lugar a Tomás Gómez (con Susana Díaz !no hay narices¡ no de dejarla embarazada, de echarla, me refiero). El de Parla, se revolvió con la intensidad de una pescadilla recién pescada, pero sus lamentos duraron lo que dudaron sus apoyos (lo que duran unos caramelos a la puerta de un colegio), que al "segundo" día, el día que se repartían los nuevos puestos (cobrando a man salva), formaron escuadrón al toque de corneta de la nueva reina,  !no vayan a ser ellos los decapitados¡

Así y con todo, las críticas, comentarios, opiniones o prejuicios de los medios de comunicación, de sus editoriales, periodistas a sueldo, colaboradores a banderín (...) han sido de todo tipo. Reivindicando democracia donde no toca, transparencia cuando es innecesario, explicaciones cuando los motivos son claros (próxima imputación, sobre-costes y resultados electorales desastrosos) y un sin fin de pretextos para las palabras decorativas de los periódicos y la retórica de mercadillo de las tertulias televisivas y radiofónicas. A mi juicio lo más interesante - pues el hecho de que un partido mantenga liderazgos fuertes, establezca gobiernos y equipos de gobierno afines y explote el "cesarismo" que decía Gramsci, cortando cabezas en beneficio electoral, me parece de lo más normal -  es lo que en un  plano más abstracto y conceptual ( más pedante) esta sucediendo en el PSOE. Esto es, la in-definición y agotamiento ideológico de sus bases orgánicas, la imposibilidad de recuperar un léxico y una retórica política afines a los tiempos de explosión estética y a la posición que históricamente ocupaba: la unidad racional y moderada de la izquierda. La perdida de "la palabra política" y de la firma y marca ideológica (la reina de corazones se deja la vida en los mitin reivindicando que son un partido de Izquierdas; pero suena a cuando la novia te dice que no volverá a suceder), conducen al precipicio a toda la formación. Pues el partido no es que este falto de líderes (la reinona ya es apuesta), sino que esta falto de ideas y formas estéticas, capaces de irrumpir e interrumpir los acontecimientos del espacio público, capaces de hacerse ver por sí mismas y no por luchas de ratas en las cloacas. Las supuestas renovaciones de la "nueva política" de Podemos simplemente aprovecha aquello que dijo Zizek del "autoritarismo de Groucho Marx" o política Berlusconiana. Copiar y emular regímenes de cómic, la política de dibujos animados donde hay "buenos y malos", donde no nos jugamos nada en serio y no existe la muerte o el sufrimiento como dolor, pues la explosión de color y el campo virtual juegan el papel de velo o maya hipertrófica que moldea y transfigura la realidad en un "tablero de juegos o variedades" político. Esta nueva forma de la política espectáculo, donde los márgenes y límites, el cambio y lo racional se extienden en un horizonte onírico, constituyen una realidad sin peligro, sin imposibilidades, sin dualidades (unilateral) continua y suspendida en la ensoñación del "bien"; en la embriaguez del final feliz. 

"Pablemos" ( y sus chicos) ha sabido inscribirse en ese juego, sin nombre y sin etiquetas - no son ni de izquierdas ni de derechas, sólo de "abajo" (contra los de arriba) -  han sabido aprovechar (comicamente) el espacio vacío que el PSOE abandonó antaño, reconvirtiendo la vieja parcela socialistas (de izquierdas) en una parcela anónima pero multitudinaria, masiva y hostil. Pues su mecanismo religioso y su proyección onírica me recuerda a la promesa del nacionalismo; el progreso regresivo. Ante todo esto, qué se le puede pedir a la reina de corazones, ¿que no haga nada mientras el barco se hunde, que se quede de brazos cruzados mientras la orquesta toca el último compás? ¿que pierda el tiempo en primarias en las que se presenta un único candidato como sucedió con Tomás Gómez? o que apueste por, como se ha rumoreado, Ángel Gabilondo, una apuesta que a mi juicio es más que razonable desde el punto de vista moral e intelectual, pero dudosa electoralmente.  Ciertamente el "Tic-Tac" de los socialistos es sentencia de muerte si no juegan dentro de las nuevas coordenadas de la sitcome política. Su única alternativa es adaptarse e inscribirse en el panorama que a brocha gorda, Zizek estableció como campo de batalla político contemporáneo en la vieja y cansada Europa. Zizek dibujó un mapa caducado en que la derecha y la izquierda se homologaban en la socialdemocracia administrativa o la tecnocrácia liberal, mientras que los nacionalismos, ideologías reaccionarias, regresivas y populistas (más derechistas que los liberales), se radicalizaban. Ambas alternativas están ya amortizadas, y según Zizek las nuevas tendencias que irrumpen en su sustitución son los "Berlusconianos" y el "Nuevo Comunismo" (hegelianismo marxista); que estarían representados en España por: la política de las televisiones (Telecinco, Antena Tres, La Sexta y Cuatro)  y  por Podemos, respectivamente.

Advertiría dos cosas a lo dicho por Zizek: a) no creo que la tecnocrácia y los nacionalistas sean sustituidos por nada, pues el pragmatismo, utilitarismo y confort de unos y las ideas teológicas de  otros, siguen encandilando y seduciendo a toneladas; y b) no aceptaría totalmente esa distinción tan clara entre la política de la comedia o de los "cartoon" y el nuevo comunismo, como si éste último tras aparecer como tragedia no pudiese parecer otra vez como farsa; como así a sucedido en China y Corea.  Dicho esto, la situación del PSOE no es nada fácil, o bien optan por seguir con la socialdemocracia homologada con los conservadores (seguro que se mantendrán por el empuje del PP), o bien, se transforman en comedia de cartoon. !Susto o Muerte¡ reina de corazones... 








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