sábado, 24 de enero de 2015

En defensa de las causas ganadas




¡Por fin ha llegado el día!, el día en que un servidor pueda ponerse a escribir sobre un tema que realmente domina y conoce con absoluta competencia; pues dejando los problemas de filosofía política o teoría política, dejando de lado las contingencias sépticas de la política y las sublimidades de la literatura y el cine; el tenis es el "acontecimeinto" o fenómeno que más a marcado mi vida. Uno de los entretenimientos junto al cine, que más ocupa y desgasta mis horas, que llena mis huecos muertos y no tan muertos, y que consigue levantarme de la silla (gritos de alegría ante buenos partidos)  a excepción de los momentos, más que frecuentes, en que uno de dispone a saquear sin miramientos ni compasión a su condición de clase, la inocente nevera de sus padres (los vecinos ya están advertidos); la cual saquea con una técnica mercenaria insuperable, pues no dejo ni rastro. Como iba diciendo, el tenis es "la" competencia por excelencia de un servidor, el deporte de caballeros que practiqué durante años y que me hizo conocer, compitiendo aquí y allá, las insondables tierras de Cataluña, feudo pastoril hoy de todos los pueblerinos venidos a grandezas revolucionarias; horteras y cutres, eso sí. 

El caso, es que los motivos que me llevan a escribir un artículo sobre tenis, no son otros que la incompetencia y el "paletismo" de distintos periódicos de papel, digitales y demás medios de comunicación "deportiva"; concertadamente "El Mundo" y "eurosport". Pues estoy harto de tener que leer a los redactores de fútbol, escribir sobre tenis por falta de personal o por sorna indigna. Leer a cualquier otro periodista renacentista que pretende hacer méritos tocando todos los palos o tener que soportar a jugadores frustrados venidos a entrenadores prometedores como E.S.Vicario. No hay nada más humillante, que en un  deporte serio, tener que leer y aguantar la crónica mediocre en manos de un "cervecero futbolero", que debe confundir las raquetas con coladores, y el silencio sepulcral en las canchas por un funeral; por no hablar de los líos que debe tener con el sistema de puntuación. El arrebato pretende responder a una serie de injurias, inexactitudes y tonterías que se vierten en las mínimas secciones de tenis en los periódicos. En la sección deportiva del "El Mundo" puede leerse: "Más que un mal día"; "La derrota ante Seppi en tercera ronda evidencia el declinar de Federer en los "grandes""  o "su físico parece haberse quedado sólo apto para competiciones de segundo o tercer orden" entre otras lindezas. Eso se lo dicen a un jugador que con 33 años obtuvo los siguientes resultados en 2014: semifinalista en dos de los 4 Grand Slam de la temporada (AO y USA open); finalista en Wimbledon (perdiendo ante el intratable Djokovic); ganador de la Copa Davis por Suiza (país que me encanta),  finalista en cuatro Master 1000; ganador de Master 1000 de Shangai y terminando en segundo lugar en el ranking ATP. Sin recordar que ha empezado el año ganando el torneo de Brisbane, primero de la temporada, derrotando con cierta soltura y finura a M.Raonic, una de las jóvenes (es de mi edad) revelaciones de 2013.

Así pues, si no tenemos en cuenta (que es mucho obviar) que Roger Federer es el mejor jugador de la historia (la era open) del tenis, tanto en número de "Grand Slam" ganados (17); el segundo es Pete Sampras (ídolo de mi padre y por el que hemos reñido varias veces) con 14; no solo según un criterio cuantitativo (resultados empíricos), sino que además, cualitativamente su juego, junto con las nuevas tecnologías (pelotas y raquetas), ha  dado los mejores partidos, los mejores puntos y los mejores juegos (espectáculos), de todos los tiempos de la raqueta; pues su estética y sencillez no ha sido alcanzada por nadie, recordemos que es un jugador clásico, especialista en hierva, de revés a una mano y juego cortado y con efecto. Tendremos que admitir que al menos la temporada 2014 ha sido una  temporada más que aceptable, que incluso a veces constituye un currículo inalcanzable para la mayor parte de tenistas en toda su trayectoria. Teniendo en cuenta los resultados de 2014, olvidando su historial épico y heroico insisto, los logros de un jugador de 33 años son más que plausibles y admirables,  algo que ni Andre Agassi, John McEnroe o Jimmy Connors que también fueron históricos y alargaron sus carreras hasta los treinta, no consiguieron como colofon o como conclusión de sus resultados deportivos. Pues no es necesario recordar a un Andre Agassi perdiendo en primeras y segundas rondas no sólo de los grandes, sino de Masters 1000 y torneos ATP; pues su estado físico era más parecido a un botijo de gimnasio que al del galgo corredor de Federer. Nadie abrió la boca cuando McEnroe tuvo que maquillar sus fracasos individuales compitiendo en dobles, o Jimmy Connors exageraba sus discretas victorias en las primeras rondas de los torneos  para justificar los abandonos posteriores a causa de lesiones y cobardías. Federer en 2013 ocupaba el puesto numero 6, y terminó el 2014 como número 2, manteniéndose número 1 desde el 2004 al 2009 (pasando por un bache en 2008  ocupando el número 2). Tan sólo un jugador, en este caso solo femenino, consiguió mantener un nivel elevado hasta su retirada con una edad avanzada para el tenis (30 años): Steffi Graf; terminó  en 1999 ganando Roland Garros y peleando grandes finales en torneos menores, jugando a un nivel superior a sus contemporáneas, siempre con los dos golpes que la hicieron ganadora e histórica, y que paradójica-mente son los dos golpes de los que todo entrenador intenta disuadir a su pupilo: la derecha invertida y el revés cortado.

Estas nubes de aves carroñeras que van anunciando el canto del cisne o el ocaso de Federer, no son nuevos ni originales ( por supuesto nada inteligentes), ya que en 2007 Federer perdió en la tercera ronda del Masrer de "Miami" y en el torneo consecutivo de ATP "Indian Wells". En ambos perdió en dos notables, aunque no excelentes encuentros a tres sets, contra Cañas, un argentino que ha pasado sin pena ni gloria, pero que complicaba la vida a las viejas y nuevas glorias, pues es sabida la tozudez y tenacidad con la que juegan los argentinos en superficies optimas en que el juego largo y de bola pesada son efectivos (véase a D.Nalbandian, G.Vilas, J.Potro, G.Coria, G.Gaudio, M.Puertas). En ese momento (2007) las aves carroñeras y las hienas de la estepa, olieron mal la presa, pues anunciaron su decadencia en un momento brillante, un año a un nivel homologable al de toda su carrera; pues uno de los elementos que lo hacen "el mejor de la historia" objetivamente ( a mi nunca me gusto Federer del todo) es su continuidad en un alto nivel de juego, que en los últimos años ha adquirido un plus de espectáculo y show. Como otros jugadores basados en la explosividad de su juego, como en A.Roddick, R. Nadal, J.Tipsarevic, J.Isner, T.Berdynch, F.González, LL.Hewitt - mi verdadero ídolo, aunque Dios me castiga haciendo que sea la copia del novio de una amiga íntima; los novios de mis amigas son siempre mis enemigos - les dan una capacidad de mezclar juego técnico, competitividad y entretenimiento (espectáculo) en un solo cuerpo. Así, los nuevos componentes de espectáculo, expresividad, performance, psicología expresada (...) Hacen de Federer un activo más del tenis entre los más jóvenes o contemporáneos, pues su juego no ha perdido en calidad y fuerza, aunque sí en espontaneidad. Pero sigue siendo un referente y competidor entre los mejores de hoy: Djokovik, Nadal, Cilic, Wawrinka, Nishicori (la gran esperanza), Murray, Berdynch, Raonic etc. Capaz de competir en los torneos de Grand Slam al nivel exigido por los "nuevos campeones", aunque ya no como caballo vencedor, pues la final ya no se le supone, y ni mucho menos la victoria.

De todo ello, no cabe deducir que esté en la frontera de su retirada en tanto que calidad de juego, pues no es un moribundo o viudo de la raqueta, como lo fueron: Agassi, Roche, Safin, Rafter, Mouresmo, Henin, T.Martin; y por supuesto el ejemplo más representativo: Mónica Seles. Federer aún puede seguir, al margen de los psicologismos de redactores fantasiosos, ofreciendo un nivel de juego propio  de los jugadores del "top ten" y ejerciendo un peligro real frente a las expectativas épicas de los demás por batir récords o inscribirse en letras de oro en podio de los mejores. El "suizo", tiene toda la pinta de que morirá matando; y no como un elefante que se dirige al cementerio. Es posible que por edad (en agosto cumple 34) pueda decirse que físicamente en la temporada, pero no en los partidos, se vea resentido, se vea más débil, aunque a brocha gorda ni se perfila su salida inmediata. Concluyendo lo de hoy, es necesario advertir que el jugador italiano que lo ha vencido en tercera ronda del Australian Open (AO), A.Seppi, es un jugador (al que ha ganado en las últimas diez ocasiones de manera consecutiva) que  siempre se ha crecido frente a los "top ten". Pese a que ocupa el puesto 46 en el ránking ATP, su condición es parecida a la de un Cañas, un Hewitt o un Tipsarevic o Soderling, sin llegar a su relato mítico. Es decir, cumple la condición de ser siempre un jugador peligroso, así lo fue ante Nadal en tierra batida hace dos o tres temporadas, y siempre pueden dar la sorpresa. Bien es cierto que su enemigo sorpresa siempre ha sido LL.Hewitt, (a quien dedicaremos otras entradas); un mítico veterano, quién a conseguido batirlo incluso en finales de hierba, en torneos nada desdeñables pre-Wimbledon. Pero eso nos daría para otro artículo...





  

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