lunes, 1 de julio de 2013

Ovejas y Corderos del feudo Catalán



Ante los acontecimientos del sábado pasado día 29/6/2013, en que se encontraba una multitud rebosante de júbilo y alegría revolucionaria de salón y copa de cava, ante el esperpento de ver clamar a una multitud numerosa y esplendorosa por la libertad y el derecho a decidir dentro de los límites de las absurdos límites de un campo de fútbol, -no hay lugar más vulgar para reivindicaciones políticas-, sentados en las nubes más elevadas de la estetización y artistización política, no puede resistir el expulsar unas cuantas serpientes de mis interioridades.

Cómo es posible que un pueblo sucumba ante las ficciones fenoménicas, ante los discursos estereotipados, los rituales simbólicos exaltados y a su vez cotidianizados y rutinarios convirtiéndose en irreflexivos e irracionales, se dan los clichés populistas y demagógicos y la complacencia y consanguinidad de la más alta y apestosa burguesía catalana y el pueblo más llano y vulgar cosificado y enajenado ante la abstracción en forma de cuento y panacea, que las disposiciones de la clase o casta política intentan inyectar como ideología predominante. No vaya a ser que Marx tuviera razón, y que la ideología es una imagen, una visión y perspectiva invertida, pervertida y trufada por la clase dominante, una ficción performativa que expresa las ideas dominantes, es decir las ideas que convienen a la clase dominante y es inyectada e inoculada en momentos de debilidad y miseria nacional, como el escenario de la actual crisis. No vaya a ser verdad, que el opio del pueblo los convierta en "zombis" políticos, autómatas del "régimen" estético establecido y sirvientes dóciles y obedientes que como ovejas y corderos se dirigen por su propio pie al matadero, es este caso al campo de fútbol.

El espectáculo, en el peor sentido de la palabra, destilaba un aroma teatral, casi sórdido por los hechos culturales -así lo llaman a eso- allí acontecidos, me sorprende como se puede caer ante mitos pre-fabricados, ante creaciones ideales y abstracciones irracionales sin un ápice de crítica, examen o mínimo análisis, el problema a mi juicio, y por mucho que me pese, debo admitir que aquí, mis posturas estructuralistas como formas y dispositivos de poder, control, disciplina y dominio no me sirven, puesto que no existen en el panorama nacional catalán como para poder atribuirles las responsabilidades, causas y efectos de la alienación y enajenación colectiva. Debo pues admitir a mi pesar, que lo que yo veía inimaginable, impensable e imposible, se cumple, aquello que una vieja (joven) amiga me advertía y me decía, me objetaba y cuestionaba:  el poder puro de la conciencia -en este caso inconciencia irreflexiva- personal e individual, hace posible tal esperpento y distorsión pervertida de la pesada realidad.

Yo sostenía convencido que lo que realmente hace posible tal enajenación, tal control o engaño, lo que mantenía en pie este fenómeno, esta mera apariencia de independencia y la exaltación de tal proyecto nacional no podía ser la reflexión ética y moral para con la política desde la individualidad, el tomar conciencia y saberse uno mismo y sus circunstancias, sino las estructuras donde el sujeto se encuentra diluido, disuelto y dispersado, despersonalizado y desideologizado, encontrándose pues en un lugar neutral, vacío, imparcial, social, útil y seguro, y donde en esa precisa falsa seguridad se dejaba llevar por el devenir de la propia lógica interna de la estructura, véanse administraciones o instituciones "sociales" públicas.

Nada más lejos de la realidad, el sábado tuve que darme de bruces con la verdad de los hechos, en el caso catalán no existen todavía, tales estructuras y mecanismos de poder, simplemente el poder de la acción y la palabra, es decir, el mero discurso, parlamentarismo y retórica nacionalista burguesa a conseguido desde unos estados de autoridad -la clase política dominante nacionalista- imponer unos cánones, unas normas, unos convencionalismos y costumbres que han convencido y convertido a una mayoría notable de la sociedad civil, han secuestrado la cultura y la belleza, han "patrimonializado" la lengua y capitalizado la identidad individual, así debo pues decir, que lo que me parecía que no podía, ser, que con el mero discurso ideológico voluntario y la inconsciencia se pudieran manejar, moldear y controlar masas, se ha producido a mi pesar y con razón de mi vieja y adorada amiga.


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