miércoles, 10 de abril de 2013

El Pensamiento político de la Burguesía Catalana (I)



Qué duda cave que el nacionalismo en Cataluña es promovido y promulgado, exportado y tamborileado por los grandes megáfonos y sucias bocas refinadas de la clase burguesa catalana, qué duda cabe que su oportunismo ruin y mezquino, el de una crisis económica, les sirve para afianzar y reafirmar sus débiles convicciones ideales y no débiles intereses económicos, qué duda cave que sus ansias por la rapidez y velocidad en el proceso no son más que premoniciones de su efímera y ridícula "febrada", quién no puede deducir del estado general del ámbito público catalán, que cualquiera que ose interponerse en su "procés cap a l'autodeterminació" será demonizado, estigmatizado como fascista y reducido a una posición antitética a la justicia y libertad universal.

¿No es esa, la estéril y vacua intención de todo el pensamiento de la derecha y la burguesía clásica? así como Simone de Beauvoir sostenía que la derecha creaba su discurso, integraba y desarrollaba su sistema político en negación al comunismo, confrontándolo con el comunismo, oponiendo-lo al comunismo, adaptando las armas contrarias del comunismo para constituirse, y que cuando este se depurase, la derecha se quedaría sin ropajes, sin edifico teórico ¿no es así como el nacionalismo catalán se mueve hoy día? ¿ no podemos decir que el discurso político catalán jamás ha sido integrado, definido o fijado positivamente, estático o realizado, sino que simplemente existe en oposición al nacionalismo español, al "fascismo" y su opresión, siendo una ideología residuo, eso es oportunista, interesada y egoísta, y no creada u original, de convicciones y conciencia de clase desprendida de su condición material radical?

El pensamiento de la derecha, es decir las teorías que sostienen los intelectuales catalanes -dicho sea con mofa, entre carcajadas, sonrisas y lágrimas, me refiero más bien al discurso mediático de los afines, a los voceros y vástagos del régimen- niegan  la lucha de clases y la distinción y divergencia en Cataluña, si eres catalán eres independentista, si hablas castellano, no eres catalán, y demás dogmas de fe que se adjudican al ciudadano que intenta parlamentar o discurrir en el espacio público, ¿no es eso una forma de delimitarse, de constituir un cuerpo unitario, constituir un "nosotros" que agrupa solamente a los "privilegiados" y desprecia y transfigura la figura de las otras clases?, porque no hay que olvidar que la clase obrera y proletaria, mayoritariamente "no-catalana" se la trae al pairo, lo de la independencia y demás ideas adolescentes y trasnochadas de una clase dominante despótica.

La burguesía no solo niega la pluralidad y busca una unidad ontológica y sustancial con la que relacionarse como enemigo con la desvirtuada y manipulada unidad de España, sino que niega la lucha de clases, igualando y englobando a todas las clases en un "nosotros" , en un acto de soberbia, despotismo, cinismo e hipocresía absoluta, "ellos", autodenominados arbitrariamente como "nosotros", solo son los "privilegiados" que se esfuerzan por intelectualizar distintas ideas y principios de "nación" cuando, como dijo Benjamin: "toda lucha de clases no es más que la lucha por las cosas más burdas y materiales, sin las cuales no habría las espirituales y refinadas",es decir, que los intentos por constituir un aparato teórico, una idea de nación propia que integrase a la totalidad de los ciudadanos, no es más que una ardua manipulación, para materializar su dominio, desviando la atención en ideas irracionales y abstracciones banales para ocultar los intereses materiales y económicos, de dominio y control que aspiran y anhelan consolidar.

Cataluña, es la Cataluña burguesa, el hombre, es el hombre catalán,  su conciencia de clase se ha apoderado de la conciencia nacional, siendo ya ambas inseparables e inquebrantables, la burguesía catalana es hoy una suerte de "personalistas" e idealistas, que trascienden las circunstancias materiales y de necesidad, sobrevuelan la contingencia y lo accidental, sobrepasan el bloque de realidad inmediata e inmanente y sólo buscan constituir una falsa fortaleza y unidad de conciencia nacional, que verdaderamente es de clase, convirtiéndose en una suerte de hombres algo más que mortales, divinos,  trascendentes, irreductibles, invariables, celestiales, que juegan a ser Dios en la tierra, mandatarios y dirigentes de un mundo conceptual alejado de las condiciones reales de la situación de la sociedad catalana, un "catalanocentrismo" que les hace sentirse omnipotentes, todopoderosos, y capaces de librarse de la desigualdad, la injusticia, la crisis y demás problemas, pero como decía Marx en "la sagrada familia",  el estado no puede liberarse o emanciparse de una manera absoluta y radical de la sociedad civil, para mantener una igualdad, justicia y libertad  universales y generales, sino que que siempre será "su igualdad, ,justicia y libertad" , es decir, que el estado esta necesariamente subordinado a la clase dominante, puesto que es una obra, estructura y construcción burguesa estará constituida y gobernada por la misma.

Con esto quiero decir, que el problema catalán-español, no es una lucha entre naciones e identidades, ni una lucha de totalidades, unidades e ideales, sino una lucha de clases, de conciencias e intereses, el problema no radica en las totalizaciones y unidades hegemónicas, eso es producto de la enajenación mediática y la alienación identitária, sino que el problema está, en una latente y constante lucha de clases por el dominio y el poder de las circunstancias materiales propias.












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