domingo, 3 de marzo de 2019

Leemos para saber qué pasa

Muchas noches y de un modo sereno, duro, y hermoso, hablo con amigos sobre estas muertes, este irse yendo poco a poco. No sé muy bien lo que entenderán o que conclusiones reales, sobre las que hay que pagar un precio, sacaran de todo ello. Pero su mirada, todavía, sigue siendo tierna y limpia.

Escribe Foster Wallace para pensarnos, que además de resistir, también, es un resistirse. No sé si decir que él, al suicidarse con un cinturón, no lo consiguió. Escribe antes de saltar:

"Hay un elemento en el libro sobre qué pasa cuando alguien salta de un edificio incendiándose. No es que ya no tengan miedo de caer, sino que la alternativa es demasiado terrible. Y es entonces cuando te invitan a considerar qué hecho sería tan horrible que saltar a tu propia muerte sería un buen escape de ello. No sé si has tenido una experiencia con este tipo de cosas, pero es peor que cualquier tipo de herida física. Puede ser lo que en los viejos días era conocido como una crisis espiritual: sentirte como si cada axioma de tu vida resultara ser falso... y que no hay realmente nada. Y que tú eres nada. Y que todo es una ilusión y que eres mucho mejor que todos porque ahora puedes ver esa ilusión y eres mucho peor porque no puedes funcionar. Es realmente horrible."
 
 

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