sábado, 17 de junio de 2017

¡Obscenas paradojas!

El ambiente capitalista que se transmite por los dos grandes grupos televisivos en España, y su adherida propaganda y publicidad como motor fundamental de la maquinaria de movilización permanente y constante, un actuar frenético y delirante sin un gramo de pensamiento (¡actúa, haz algo, no te quedes ahí parado, no pienses, no sirve para nada, nos resulta ofensivo e intolerable verte perder el tiempo y gastarlo inútilmente!, dirían sin eufemismos si tuvieran valor y conocieran su ignorancia), es tan pegajoso y enfermizo como el calor húmedo que se impregna en la piel del incauto que se pasea por el corazón del verano más tostado y sofocante. Las obscenas paradojas  que nos ofrece el quebrantamiento, el desocultamiento, del discurso político oficial, y que afectan especialmente, dada su inmediatez, a los objetos más cotidianos y los discursos más ordinarios que conforman nuestra artificiosa y socavada mundanidad, son nítidos productos de la impunidad de la industria del consumo y la ociosidad. Su enraizamiento, hermetismo y blindaje social sólo es posible gracias a su complicidad con la hiperestructura institucional burocrática que invisibiliza la erosión y la decadencia, y sobrevive gracias a este fracaso de la inteligencia social y a la patológica apología mediática de la estupidez. Al fin, ese vapor que nos rodea, que nos ciega, nos atrapa y desorienta, es algo así como la sección de los necios y el departamento de la estulticia del pensamiento Alicia: la eliminación del conflicto y la dialéctica en política, la supresión de la claridad, nitidez y evidencia del antagonismo en las relaciones entre los hombres que comparten un mismo mundo; para sustituirlo por las armoniosas y metafísicas declaraciones del "buenismo", la socialdemocracia, el gobierno de la ignorancia, que rebaja las conciencias hasta la alienación y oculta las profundas y sangrantes contradicciones del capitalismo. El vector es ese, el despotismo de los necios, el conjunto y la colectividad del gilipollas. No voy a estirar más la reflexión, hoy vengo cargado de ejemplos, y espero que hablen por sí mismos: cómo la regresión se viste de progreso, y cómo la anormalidad, la alteridad, de la propaganda, sus fantasías ideológicas, construyen nuestra hegemónica realidad y se asimilan como  una normalidad sin fisuras. Fluyen estos memes y productos comerciales:

  • Cerveza sin alcohol. La normativa vial como festividad. Nada de si bebes no conduzcas, si bebes, no bebes. El chocolate laxante... 
  • Guerra como proceso de paz (no me chupo el dedo, hablo del ejercicio de ese discurso en el espacio público, no de la dialéctica geopolítica de los Estados), las armas como instrumento para la solidaridad y la caridad, el ejército, cual monjas, en misiones humanitarias. Cuando la flecha está en el arco, la flecha tiene que partir, dice Ferlosio.
  • Cigarrillos electrónicos para dejar de fumar. Otro exceso de goce represivo.
  • Pagar para trabajar. Pero hay que trabajar, es bueno en sí mismo, claro, aunque sea para morirse de hambre. La fe en los mercados, que recuperen la confianza para crecer y producir, ¿existe religión más cultica? De la fe en esta, depende literalmente, materialmente, el comer.
  • Coca-Cola sin azúcar y sin cafeína. ¡Qué digo!, la Coca-Cola sin más: placer negativo
  • Chorizos, hamburguesa, un cocido vegano. Degenerados.
  • Amancio Ortega convertido en el nuevo Estado del Bienestar (putas como vírgenes). La caridad y la solidaridad de los ricos es su sórdido y obsceno modo de redención.
  • Trump como hombre de éxito en los negocios (mi polla mide más que la tuya).
  • Los meteorólogos anunciando por televisión, dada la ola de calor: "no exponerse al sol y no hacer comidas copiosas". ¡El verano como antivacaciones! No ir de vacaciones en julio o agosto, eso es cosa de la sucia gente que apesta a clase media. 
  • Pasteles 0% materia grasa, cereales para adelgazar, y patatas fritas light. Brillante. 
  • Si compras este café, un % va dirigido a proyectos solidarios en África. Movilización permanente del capital, explotación, impunidad, asimilación, normalización, pero sin nada de culpa, ni vergüenza, ni mala conciencia; un % te blanquea la moral. 
  • Matrimonios gay. ¿Progreso regresivo?
  • "Los vientres de alquiler ayudan a muchas familias a ser papás y mamás". En eso ha quedado la liberación de la mujer, en un horno para hacer galletas.
  • Sé de unas lesbianas capitalistas que explotan a sus trabajadores... pero oye, primero el coño y luego cartera, ¿o viceversa?
  • Programa de Tv, la isla de los famosos. Los directivos ponen casi en pelotas a una presentadora que es una mujer de vicio, muslos dorados, vientre prieto, pechos elevados y risueños, cuerpo bañado por la aurora. Mientras, imponen una corrección política que castiga todos aquellos comentarios machistas de los concursantes. El juicio moral, el sacrificio y expiación pública de los culpables, es notorio. Estupendo, el sileno invertido. Las asociaciones de feministas administradas burbujean al ver la megaexposición cosificante y erotizante del cuerpo femenino en la pantalla. No han entendido nada: capitalismo y pornotopia; si el régimen económico y político mantiene la brutalidad del sometimiento, yo quiero mi exceso de goce, mi filosofía de la compensación, mis juegos pirotécnicos. Un capitalismo corregido es la mayor perversión de la dominación y la represión: tomar el mismo veneno que te enfermó para curarte.
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